
Ante situaciones de emergencia, la trama de la vida asume mayores riesgos y es capaz de experimentar de forma más audaz. Y si algo nos garantiza la crisis ecosocial, es que vamos a vivir tiempos de ruptura, donde las condiciones ambientales y económicas van a irse volviendo progresivamente hostiles. El escritor de ciencia ficción HG Wells solía decir que la civilización es una carrera entre la educación y la catástrofe. Así que necesitamos desplegar de forma acelerada una educación ecosocial integral capaz de prevenir la catástrofe y anticipar alternativas.
Más allá de las luchas en defensa de los sistemas educativos públicos, amenazados por procesos de privatización y mercantilización, existe una preocupación creciente e integral sobre el sentido de la acción educativa. Entendemos que la educación ecosocial puede servir como palanca para transformar la educación formal y expandir estas preocupaciones al conjunto de la sociedad, otorgando protagonismo pedagógico a otros actores como los movimientos sociales.
Del experimentalismo al corazón del sistema educativo
Las innovaciones se dan en la periferia y los márgenes de la sociedad, más que en los rígidos y encorsetados entornos institucionalizados. Ahí disfrutan de un grado de libertad para experimentar y ensayar, destilar aprendizajes y sistematizar conocimientos. Una tarea que desemboca en el diseño de prototipos replicables y escalables, capaces de difundirse rápidamente y llegando a incorporarse a las políticas públicas. A lo largo de nuestra historia, los procesos de renovación pedagógica y de ecologización del sistema educativo han avanzado junto a los procesos de democratización de la sociedad. Contextos en los que las reformas educativas coincidían con el desarrollo de horizontes transformadores que desbordaban el recinto de la escuela.
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Fdez. Casadevante, J.L. Kois y Morán, Ch. (2022). Educación Ecosocial: entre la pedagogía del desastre y la anticipación de alternativas. Hariak. Recreando la educación emancipadora, 12, 4-11.