
Durante más de doscientos años se ha dado por sentado que el progreso, la buena vida, un alto nivel de vida y el desarrollo implican el aumento de los ingresos, de la riqueza material y de la producción económica, así como una mayor sofisticación técnica y un uso más intensivo de los recursos. Para los países más pobres esto ha significado esforzarse por ser como los países ricos. A nadie se le había ocurrido la posibilidad de que los países ricos hubieran cometido un error terrible, incluso suicida… hasta hace poco, cuando hemos empezado a darnos cuenta de que la búsqueda de la riqueza y el crecimiento está acabando con el planeta.
Es imperativo adoptar cuanto antes una concepción muy diferente del desarrollo. No es difícil imaginar una alternativa sana, sostenible, justa y satisfactoria.
Empecemos por los objetivos. ¿Cuál debería ser el objetivo del desarrollo? ¿Qué condiciones, experiencias, estructuras y formas podríamos encontrar en una sociedad que ofrezca condiciones de vida de alta calidad a todos y sea justa, sostenible y admirable?
(…)
– – – – –
Trainer (2023-02-02). Desmontando el «desarrollo». 15-15-15 REVISTA PARA UNA NUEVA CIVILIZACIÓN.