
En enero de 2020, después de cerrar la Cumbre del Clima (COP25) en Madrid y de que Europa lanzase el Pacto Verde Europeo, el Gobierno declaraba la emergencia climática. Una situación que le obliga a adoptar cambios sistémicos para afrontarla y detectar oportunidades por el cambio de modelo económico al que conmina la transición ecológica. En este contexto, la educación ambiental es una línea prioritaria y debe abordarse sistémicamente. Es decir, no sirve con que el cambio climático se trate como una asignatura o ser una materia transversal: debe modificar todo el sistema escolar.
(…) De ahí que exista un sentimiento compartido de «soledad» entre los docentes, como explica Sera Huertas, especialista en formar profesores como técnico de Educación Ambiental en el Gobierno de la Comunidad Valenciana. «No tienen tiempo ni medios para formarse. Son ciudadanos que necesitan información continua para abordar estos temas en el aula». Huertas advierte de la importancia de que las autonomías inviertan en esta formación integrada en las horas lectivas. «Es imposible que los proyectos sean transformadores si no son estructurales», insiste.
(…) Dos décadas, precisamente, lleva Pablo Ángel Meira, del grupo de investigación en Pedagogía Social y Educación Ambiental de la Universidad de Santiago de Compostela, estudiando cómo enfocar la crisis climática en la educación. Para él, el debate va más allá de si debería ser «una asignatura, una competencia o transversal a todas las materias». El asunto es «si el sistema actual funciona tal y como está planteado y si es capaz de formar ciudadanos». «Habría que organizar los conocimientos a través de proyectos, de grandes áreas, y a la emergencia climática darle tiempo, espacio y recursos. Entender que no es una cuestión de sociales o naturales; el clima no es solo la ciencia, es la vida en todas sus derivadas. Se necesita atacar las causas del problema, no solo las consecuencias, y para eso los ciudadanos que están en el colegio deben conocer lo que tienen entre manos».
(…) Se trata, en resumen, de no poner «parches en un sistema que no funciona, pero que es dominante y muy difícil de cambiar», subraya Josemanu Gutiérrez Bastida, asesor pedagógico en el Servicio de Educación Ambiental del Gobierno Vasco. «Estamos en una situación de crisis ecológica y social global que viene del fracaso de un modelo de producción y consumo que nos lleva al Antropoceno», insiste, aludiendo al nombre que toma la etapa geológica actual, derivada del daño de la actividad humana al planeta. Para él, «si la educación tiene la función de ayudar al desarrollo de las personas, debe prepararles para saber afrontar problemas ecológicos y sociales, por eso el currículo debe ser ecosocial y dar respuesta a la crisis climática, aunque esto debería partir de un cambio del sistema».
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Kayser, B. (7 de marzo de 2021). Escuelas para abordar la crisis climática. El País. https://elpais.com/elpais/2021/03/03/actualidad/1614759252_155134.html