
Afirman los autores que existe una amplia evidencia de que ciertas políticas (como planes curriculares, financiación específica, desarrollo profesional y soporte administrativo) resultan clave para promover la inclusión del cambio climático en la práctica educativa. Y continúan sosteniendo que, si bien las políticas son solo un “punto de intervención” para promover la educación y comunicación sobre el cambio climático, y dicha educación y comunicación son solo uno de los campos de mejora de la acción climática, vale la pena, para nosotros, avanzar en la investigación colaborativa sobre las políticas que se están llevando a cabo en diferentes niveles de decisión, sus aplicaciones, sus resultados, etc.
Si la educación y la comunicación son respuestas clave al cambio climático global, entonces, se vuelve imprescindible el estudio comparado de las políticas que se implementan y se pretenden implementar en esta área. En el presente artículo, se postula que la investigación comparada en materia de políticas, que se sirve de diversos abordajes, conceptualizaciones y métodos, constituye una vía eficaz para promover el cambio en las políticas educativas sobre el clima y en las prácticas relacionadas.
Puntos clave para la intervención y cómo movilizar el cambio y la transformación de la sociedad La tipología clásica de Meadows (1999), que presenta doce puntos desde los cuales se puede intervenir un sistema para lograr cambios, está ordenada según el nivel de eficacia: cerca de los puntos más altos, entre el tercer y el quinto lugar, está informar el cambio de políticas como forma de modificar las reglas o los objetivos de un sistema. Dichos puntos de intervención para conseguir el cambio tienen por encima solo aquellos que están en el nivel de la mentalidad desde la cual se origina el sistema o se trasciende esa mentalidad o paradigma, lo que podría decirse que son los propósitos fundamentales de una enseñanza y un aprendizaje transformadores.
Otra tipología o teoría del cambio que es común ver en la acción climática es el modelo de transformación de tres esferas (O’Brien, 2018). Según este modelo, la transformación social requiere cambios en cada una de las áreas de interacción de las estructuras y los sistemas políticos, las respuestas técnicas prácticas, y los valores y las creencias personales. Todas son consideradas áreas esenciales sobre las que hacer foco, pero una gran parte del trabajo realizado hasta el momento se centra en la esfera de la práctica y a menudo no se exploran lo suficiente los sistemas políticos.
No estamos evaluando cuáles de estas heurísticas o marcos de cambio podría ser el mejor. Sin embargo, cada uno puede resultar útil para pensar sobre dónde y cómo y con quiénes emprendemos investigaciones para promover una mayor
acción ambiental y climática. Además, cada una de estas áreas permite señalar que siempre hay múltiples puntos de intervención y acción posibles, lo que muestra la importancia de aportar toda una variedad de competencias, perspectivas y abordajes, ya sea de parte de los investigadores de un determinado proyecto o de una gama de proyectos en los cuales diversos investigadores podrían participar.
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McKenzie, M., y Benavor, A. (2023). La utilidad de investigar sobre políticas. Norrag, 7, número especial.

