González Reyes (2021) Cómo meter la educación ecosocial en la nueva ley educativa
Actualmente se está redactando una nueva ley educativa, la LOMLOE. Uno de los elementos que está centrado parte del debate público es la propuesta de distintos colectivos de la inclusión de una competencia ecosocial.

En educación, cada vez se trabaja más mediante un enfoque competencial. Una competencia es una combinación de habilidades prácticas, conocimientos, valores éticos, actitudes, emociones, motivación y otros componentes sociales y de comportamiento que se movilizan interrelacionados para lograr una acción eficaz en un contexto determinado. Dicho de forma más sencilla (pero no del todo correcta) una competencia sería como un gran objetivo educativo que engloba a muchos otros y marca una gran meta. Por poner algunos ejemplos, la Unión Europea propone ocho competencias claves que se deberían adquirir durante la etapa de educación formal. Entre ellas están la competencia en lectura y escritura, las competencias interpersonales o la habilidad para adquirir nuevas competencias.
Actualmente se está redactando una nueva ley educativa, la LOMLOE. Uno de los elementos que está centrado parte del debate público es la propuesta de distintos colectivos de la inclusión de una competencia ecosocial. Bajo enfoques confluentes, aunque no iguales, hay quienes la denominan competencia para la sostenibilidad o para la ciudadanía global. Estando como estamos en una crisis civilizatoria, sin duda es una competencia fundamental. Ahora mismo hay sobre la mesa propuestas muy interesantes y completas, como la de #EA26 y la de Teachers for Future. A continuación sumo otra para enriquecer el debate.
Planos de la competencia ecosocial
Esta propuesta abarca tres planos: individual, colectivos humanos, y el conjunto organizado de organismos vivos y sus relaciones bióticas y abióticas (lo que se puede denominar Gaia). Estos tres planos se mezclan en la propuesta, de manera que hay aspectos que tienen una lógica en uno distinta que en otro. Por ejemplo, se propone educar para maximizar la libertad en el plano individual, aunque en el colectivo se educaría para limitar algunos comportamientos individuales. Pero la libertad individual no solo se limita en el plano colectivo, sino que también se potencia (menos capacidad de acción individual en algunos aspectos, pero más capacidad de acción colectiva que supera la suma de las capacidades individuales). De este modo, la educación para la libertad cambia cualitativa y cuantitativamente al cambiar de plano.
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